Page 2 - Translation Innovation Book Spanish

I. Introducción
El trabajo es valorado y necesario por todos los ciudadanos, ya que el empleo representa una
vía importante para la inclusión social (Grove et al., 2005). También incluye beneficios
adicionales, como aumentar los propios recursos financieros, ganar dignidad, validación
personal y satisfacción por ser productivo, reducir el estigma y las actitudes negativas,
aumentar la autoconfianza, la autoestima, el empoderamiento, la autonomía y la esperanza
para el futuro, una mejor salud psicológica y calidad de vida (Corrigan et al., 2008), una
oportunidad para socializar, conocer a otras personas y estructurar el propio tiempo
(Liberman, 2008). Proporciona un significado en la vida, ofrece un propósito y agrega valor a
la participación. Ser empleado también reduce la incidencia de conductas problemáticas o de
riesgo, como el abuso de alcohol o sustancias, actos antisociales o actividades ilegales. En gran
escala, el trabajo desempeña un papel importante en la promoción de la cohesión y la
seguridad de la comunidad, mejorando la participación cívica, reduciendo el gasto público en
prestaciones sociales y promoviendo el desarrollo social y económico.

La situación laboral en los Estados Miembros de la Unión Europea implica seguro de salud y
social, cobertura en caso de accidente, edad y desempleo y, por lo tanto, se considera un
instrumento clave de inclusión social. En Europa, los 94 millones de europeos entre edades de
15 y 29 años representan un tremendo recurso. Sin embargo, en 2012 sólo el 20,4% de los
jóvenes estaban empleados (logrados profesionalmente), siendo la cifra más baja jamás
registrada por la Oficina Europea de Estadística Eurostat. Además, el Foro Europeo de la
Juventud señala que los jóvenes son particularmente vulnerables al desempleo de larga
duración. Con una tasa del 6,9% para los jóvenes de 15 a 29 años en 2014, y hasta el 29,4% en
Grecia, muchos se ven afectados en términos de empleabilidad y desarrollo profesional de
mediano a largo plazo. En este marco, la estrategia Europa 2020 está enfocada en cinco
ambiciosos objetivos en las áreas de empleo, innovación, educación, reducción de la pobreza y
clima/energía. La estrategia apunta a una tasa de empleo del 75% para las personas en edad
laboral (20–64) y sacar al menos 20 millones de personas del riesgo de pobreza y exclusión
social. Estos audaces objetivos exigen la mejora de las medidas de apoyo y de las vías de
transición de los jóvenes al mercado laboral. La mayoría de los Estados Miembros se
enfrentan a desafíos cada vez mayores en la absorción e integración de los jóvenes en los
sistemas educativos y los mercados laborales. Los jóvenes de los grupos vulnerables están
particularmente en desventaja.
Este libro está pensado como un recurso para las personas y organizaciones
interesadas en crear nuevas oportunidades para los jóvenes pertenecientes a grupos
vulnerables. Está diseñado para proporcionar información sobre el desarrollo e
implementación de estructuras WISE y servicios de empleo con apoyo para este grupo
destinatario.